La Iglesia de San Felices es de finales del siglo XIII y fue sometida a una restauración en 1861, como lo atestigua una placa en su entrada principal.
Se forma con dos amplias naves, bajas de altura, con sus respectivas bóvedas; hay dos altares, uno dedicado a San Pedro Apóstol y otro al Santo Cristo del Consuelo; además existe una pequeña capilla dedicada a nuestra Señora del Rosario.
Hay dos retablos platerescos de San Antonio y San José, y otro retablo también de tipo plateresco dedicado al Santo Cristo con una talla de un cristo crucificado de bastante mérito artístico.